martes, 9 de junio de 2015

Alimentos que mejoran tu bronceado y tu piel en verano

  1. Frutas y verduras. Es recomendable aumentar la ingesta de frutas y verduras durante los meses anteriores a la exposición solar, ya que no sólo contienen importantes antioxidantes que pueden contribuir a evitar el envejecimiento cutáneo, sino que, además, contienen una gran cantidad de agua para mantener la piel hidratada.
  2. Cereales. Con un alto contenido en vitamina E, de gran poder antioxidante, los cereales contienen ácido pantoténico, vitaminas y minerales, siendo un verdadero cóctel de salud para la piel. cóctel de salud para la piel. Entre ellos, destaca el germen de trigo.
  3.  Té verde. De gran efecto antioxidante, gracias a su alto contenido en vitaminas A, C, E, selenio y polifenoles, el té verde es la bebida ideal que permite hidratarse a la vez que combate los radicales libres.
  4. Zanahorias. El betacaroteno presente en las zanahorias es un derivado de la vitamina A que tiene un efecto protector endógeno y ayuda a obtener un bronceado más rápidamente, ya que activa la melanina. Aparte de estar presente en las zanahorias, también lo contiene una microalga.
  5. Rosa mosqueta ingerible. Un estudio clínico llevado a cabo en 1983 comprobó que el aceite de rosa mosqueta ingerido produce una acción regeneradora de la piel, contribuyendo a atenuar el tono de las cicatrices, a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel y a regenerar las quemaduras solares.

lunes, 8 de junio de 2015

INTERCAMBIOS: PUEDE FUNCIONAR

El método por intercambio sí tiene sentido. Este método para adelgazar basa su tratamiento en tres pilares: la dieta, el ejercicio físico y la motivación psicológica. La idea es que a partir de unas pautas establecidas por un profesional, el paciente “juega” con unos intercambios (o medidas calóricas) para diseñar su tratamiento en función de sus gustos: los intercambios son como “monedas” de cambio de calorías ingeridas en forma de alimentos y de calorías gastadas en forma de actividad física.
En este método se establecen 6 grupos de alimentos: hidratos de carbono, grasas, proteínas, lácteos, frutas y verduras.
Los intercambios se establecen a partir de las necesidades de las personas y se reparten a lo largo del día: cada intercambio se traduce en una medida culinaria del alimento en cuestión, con lo que no hay que pesar el alimento. Para el ejercicio físico, los intercambios corresponden a calorías gastadas y se traducen en tiempo dedicado a una actividad física.
Por qué SÍ nos convence
  • Se trata de una dieta bastante flexible.
  • Incluye todos los alimentos: ninguno está prohibido, pero algunos solo deben tomarse ocasionalmente.
  • La clave está en tener presente que cada alimento tiene un valor calórico. Y organizar los menús en función de tus gustos y circunstancias.
  • Trabaja la educación alimentaria ya que se enseña cómo seguir unos hábitos de vida saludables a través de la alimentación y el ejercicio físico.
  • El “paciente” desempeña un papel activo en su dieta.